Sinceros

A pesar de la falta de interés para crear una atmósfera de hermandad después de la guerra, hubo miles de memoriales que proliferaron en toda España. Durante la dictadura, estos recordatorios tenían la función de retratar al bando "Nacionalista" como mártires y víctimas. Mientras tanto, las víctimas de los otros no se mencionaban. Por ejemplo, los infames sucesos de Paracuellos del Jarama fueron recordados por el régimen cuando las fosas comunes fueron identificadas, se construyo un cementerio, y el olvido cayo sobre atrocidades similares cometidas por los Nacionalistas en contra de los "Republicanos". 

Sin embargo, al ser restaurada la democracia en España, un proceso se revelo diferente a la vez que idéntico. Aquellos que habían sido olvidados regresaron para reclamar su área de influencia en el paisaje español. En muchas ocasiones, estos procesos significaron olvidar las víctimas de los otros.  

En raras ocasiones, como en la de la Cota 705, los memoriales pretendían recordar a las víctimas. EN cambio, estos lugares para el recuerdo, funcionaron como mecanismos de exaltación de su propio partido, a la vez que desecrando el contrario.